viernes, 25 de abril de 2008

Distancias

Hay distancias insignificantes
como la que separa a la tierra de la luna
como la que diferencia a un insecto de un astronauta.

Hay espacios que son inmensos
pero que no abren heridas en el corazón
como el que existe entre Edad Media y Capitalismo
como la que enfrenta a dos obreros sin lucha de clases.

Hay otras que, al contrario,
atragantan mi respiración a cada instante
como la que me aleja tan cruelmente de tu boca
como la que me impide recorrerte con mis manos
como la que me ata a otro mundo que no es el nuestro.

Hay distancias insoportables.
Es decir, exactamente,
dos mil cuatrocientos setenta y siete kilómetros,
de Madrid a Bucarest en linea recta.

Caida Libre

Caída libre
alrededor de tu cintura.
Tocarte es como saltar
al abismo sin fondo
hacia el que caigo y caigo
sin conocer el final
sin saber como parar
espiral de locura.

Caer y caer
imposible control de mis manos
al deslizarse por tu piel
arena ardiente en el desierto
dunas salvajes
destino inesperado que tienta
a mis nervios en alerta
incontrolable.

No puedo parar;
la planificación es imposible
tu desnudez me ciega
y ya no hay mas realidad
que la de tus ojos
mas peligro
que el de tu ausencia
mas avidez
que la de mi cuerpo
en el tuyo inserto.

Caída libre
irresistible riesgo
que me arrastra sin posibilidad
de detenerme
que me dirige hacia tus rincones
mas ocultos,
que me clava entre tus muslos
para que allí me deshaga
en mil pedazos,
en los líquidos inflamables
que haces estallar.

Laberinto de deseo,
escalera de caracol hacia tu ombligo.
No hay nada que pueda detener
a mi lengua ansiosa
de juegos tórridos.
Quiero perderme en el desorden
de tus pliegues secretos:
me derrito en tu boca
me licuo en tu estómago
te inundo sin que haya razones
ni vacuas palabras.

Salto al vació
cuando muerdo tu carne
cuando beso tu garganta
cuando te abro de par en par
para que nunca mas puedas cerrarte
para perderme a ciegas
en tus profundidades,
en tu infierno,
en el sabor de tu jugo ácido
y en el dulce placer
que dan tus labios.

Caída libre:

No hay nada que pueda parar
el magnetismo de tus pechos,
de cada curva que eres
de cada hueco que me espera;
Tu ley de la gravedad
atrae a todas mis células
como asteroides,
para abrasarme
para quemarme
para caer sobre ti,
y llenar con mis fragmentos
tu superficie.

Que lentas pasan las horas

Que lentas pasan las horas
cuando tu estas lejos.
Qué diferente es el tiempo
sin no estas a mi lado.

Los cinco dias que pasaron
como estrellas fugaces
contigo en Bucarest,
ahora son tortugas en Madrid.

Cinco noches inolvidables
continuamente abrazados.
Aquí son noches congeladas
sin tus pechos en mis manos.

Que lentas pasan las horas
sin poder besar tus labios
todo parece estar muerto
todos los relojes se han parado.

Flor

Estoy partido por la mitad.
Entre las flores comunes
necesito de tu aroma,
flor rara de Ardeal,
milagroso especimen que
contra toda derrota
revive mi fe en la utopia.

Solo tu me completas:
eres mi parte femenina.
La que adorna mi camino
con los pétalos exóticos
de tu capacidad de amar:
ante lo vulgar, diferente
frente a lo común, especial.

Como si ambos fueramos
de un puzzle dos piezas
solo soy yo si eres tu,
unicamente terminado
si en los tuyos encajan
uno a uno mis poros,
muy adentro de tu cuerpo.

Flor única en el desierto
de la realidad rutinaria.
Eres la luz que ilumina
el viaje interminable
hacia el porvenir compartido:
preciosa Ghiocel, has nacido
para darme de nuevo la vida.

jueves, 24 de abril de 2008

Te imagino

Te imagino tumbada,
echada sobre las sábanas,
con tu rostro dormido,
y la sonrisa en tus labios.

Te imagino desnuda,
extensa como un llanura
de acogedoras colinas
donde levantar mi hogar

Imagino mis manos
explorando tu piel
extraviandose en los arcos
de tus perfiles.

Imagino a mis dedos
alrededor de tu ombligo
descendiendo a lo mas hondo
de tu eden escondido

Te imagino tendida
como una playa cálida
aguardando a las olas
de mi pasión líquida.

Te imagino entreabriendo
tus íntimos corredores
por los que resbalando
me diluyo en ti.

Imagino nuestros cuerpos
latiendo acompasados
suave ovillo de caricias
enmadejado abrazo de amor.

Imagino el remanso
de mi peso en tu espalda
Te imagino, en mi cama
Te imagino...y no estas

Madrid es una carcel

Madrid es hoy una cárcel
adonde marcho exiliado
en este avión que me lleva
a las celdas de tu ausencia.

La libertad son tus abrazos
el lugar donde me encuentro
cuando pegado a tu piel
nada puede separarnos.

Estoy condenado en la distancia
y mis manos no cesan de buscar
de estos grilletes las llaves
a once mil metros de altura.

Regreso al que fue mi hogar
antes de compartir contigo
las mieles del paraíso.
Ahora voy hacia el infierno.

En Madrid hoy soy un preso
y ya no puedo ser libre
para alcanzarte con mis labios
de tus cerezas hambrientos.

Sin ti estoy encarcelado
a tres mil kilómetros de tu cama
en la prision donde ya sueño
con una huida cercana.

Madrid es hoy una cárcel
donde estoy condenado a volver
sin el oxígeno de tu boca,
y ya estan secos mis pulmones.

Tal como el inconformista
que siempre quise ser
viviré planeando la fuga
para acortar la tristeza.

Y como buen partisano
exploro toda posibilidad
de ejercer la resistencia
buscando todas las salidas.

Limando todos los barrotes
que me separan de ti
para estar pronto muy dentro
de nuestro mundo cotidiano

Madrid es hoy una cárcel
y sólo tengo una opción
de ser libre, de estar vivo
estar de nuevo a tu lado.

Derríteme amor

Soy la vela que tu enciendes
y vas deshaciendo en tu vientre;
tu calida piel eleva la temperatura
y la cera se diluye en tu interior.

Soy la vela que gotea en el soporte
que me sostiene, que eres tu,
y ardo con el contacto de tu oxígeno,
y me vierto en lo profundo de tu ombligo.

Derriteme amor, con tu luz de estrella
transformame en estado líquido
y haz que bañe tus entrañas con mi sudor,
y que mezclemos nuestros fluidos incendiarios;
tostados de cariño con el contacto que quema,
con el chispazo que achicharra cada latido
de nuestro movimiento armónico.

sábado, 5 de abril de 2008

Lluvia

Quisiera hacer contigo,
lo que la lluvia hace con las flores,
darles vida,
mas yo a través de mis dedos,
en tus tierras prohibidas
exploradores.

Hacer de tu piel un campo,
de marga, limo y arcilla,
y en tus muslos extendidos,
cavar un surco, profunda herida,
donde tu cuerpo se abra
fundido con mi saliva.

Y contigo y contra el mundo,
anudando nuestros miembros,
regando con tu sonrisa,
tu tierra y mis sentimientos,
ir descubriendo, desnudos,
los rincones mas ocultos
de nuestros universos.

martes, 1 de abril de 2008

Mi unica patria eres tu

¿Donde estaba antes Bucarest?
En los mapas dibujados dentro de mi cabeza
pasaba inadvertido.

Ahora es el centro del universo
y recorro imaginando sus grandes avenidas
cogido de tu mano.

Ante mi indignación política
nunca me afectó tanto la revolución rumana
de químico terciopelo.

Ni Brancusí ni Eminescu
ocupaban sala alguna en el caótico laberinto
de mi intima biblioteca.

Al contrario que Bob Doyle
y otros muchos brigadistas de mil derrotas
olvidé a Walter Roman.

Hoy mi bandera se gira
y un rumano me siento sentimentalmente,
de tu cuerpo ciudadano.

Jamas mi boca pronunció
las dulces palabras que ahora se repiten
cada vez que te pienso.

No es teatro del absurdo
tampoco esquizofrenia ni efecto de la Tuică
solo que tu apareciste.

Has transformado del todo
mi vulgar geografia del mundo, y sin fronteras
mi unica patria eres tu.