jueves, 3 de diciembre de 2009

Ave Fenix

El mundo es demasiado pequeño,
y mi cabeza tan curiosa
para que encuentre al fin mi sitio
en cualquiera de sus multiples recovecos

Me pierdo mas facilmente en tu cuerpo,
inquieto, totalmente incapaz de descubrirme,
describiendo, con mil lenguajes, los huecos,
los angulos, cada una de las encrucijadas.

Cada noche escapo de las cuevas que me habitan
en las que por ti sobrevivo
extraviandome por caminos infinitos
donde muero en emboscasdas inevitables.

Amanezco y resucito en este rincon
asomado a esta inhospita pantalla plana
que me conecta con la verdad de los mil rostros
con los cuales podria entretejer cada noche
acertijos sin solucion.

Sin embargo, aqui me quedo,
entregado a mis oraciones virtuales
dedicando a hacer el amor entre las teclas
mientras resucito cada anochecer
como un ave fenix que te espera

Reproduccion

Parece que está escrito el argumento
de la teleserie en que somos
actores secundarios:
O somos como expendedores
de líquido fecundante
o recipientes mecánicos.

Repetimos escenas aburridas
Unas veces mas odiosas que otras,
por ejemplo,
la obligación de tener hijos,
la visita al supermercado,
la palmadita en la espalda del jefe
en el trabajo.

Construimos nuestros sentimientos
a base de cliches rutinarios:
somos frágiles papagayos.
Ya nos contó Bourdieu del ser humano
que, aunque el destino es su muerte,
siempre se autojustifica
agarrando los clavos ardiendo de la fe
pàra que arda en vida,
cualquier aliento de fuga.

Mas vale tarde que nunca,
a buenas horas mangas verdes,
lo mas bonito del mundo
es ser padres, ¡que carajo¡
Si ni siquiera sabemos qué somos
ante la pantalla plana, anestesiados,
perdidos en el laberinto.

Da igual blanco que tinto,
en nuestra enorme irresponsabilidad
¡Sigamos el guion¡
No sabemos lo que queremos
Mas los prohombres biennacidos
nos guiaran altruistas,
aunque sea hacia el infierno,
de los esclavos dúctiles.

De la mano de la opinión pública,
tras lo politicamente correcto,
nos pensamos libres.
La mujer se realiza en su rol de madre,
el aborto es un crimen horrible,
peor que vivir marcando el paso.
¡¡¡Será posible!!!

Llenar nuestro vacio con objetos inútiles
compensar nuestro extravio
pariendo clones.
¡Mirad alrededor!,
somos mutantes ideologicos
ovejas adictas a la tecnología
dirigidas a distancia
por los pastores de la acumulación.

Tengamos hijos para reproducirnos,
sumemos nuestros genes,
con orgasmos limitados.
Enrosquemos nuestro ADN
para crear seres híbridos
pero siempre dóciles,
no vaya a ser que no necesitemos
nada inútil, vacuo, superfluo,
y por fin seamos fieles, nada mas,
a nuestro deseo.

Por las aceras

Si por una acera ves llegar
a un indigente, sospechoso
con ropas andrajosas
aspecto inquietante
poco afeitado, algo sucio
delincuente señalado

Y por otra acera aparece
un señor bien trajeado
con corbata y pantalon planchado
con el porte digno del banquero
mirada desdeñosa y raya al lado
ten cuidado

no con el oprimido
que en todo caso irá armado
con un arma blanca.

sino con el que te apunta
sin clemencia alguna
con la metralla asesina del sistema.

Piramides del reves

Quisiera que existiese una alternativa
al mundo construido por los modernos
en pos de sus mitos conservadores.

Quisiera poder estar siempre alerta
y desvelar las caretas de los impostores
que nos venden narcótica felicidad.

Quisiera destruir todos los cimientos
que sostienen los palacios megalíticos
donde ser refugian los sobrealimentados

Quisiera poner su piramide del revés
que caigan de sus bolsillos todos sus robos
y vuelvan a sus bocas todas sus mentiras

La libertad duele

A veces la tentación de anudarse
es como un bálsamo
que parece querer sanar
las heridas de la incertidumbre.

La libertad duele.

Aunque solo aguantando su acidez
podremos atravesar
sin hundir nuestros pasos
los pantanos del temor.

La libertad duele.

Solamente el dolor de la lucha
contra nuestras ataduras
nos multiplica
por la enesima potencia del yo.

Manchester

Estoy seguro a veces
de que tendriamos que habernos ido a Manchester
saltar los charcos antes de tiempo
adelantarnos a nuestro destino
para intentar zancadillearle.

O quizas hubiera dado igual
y tarde o temprano cruzariamos la encrucijada
en la que alzaramos los puños
como dos camaradas afables
que no necesitan ya los besos.

Duro poco, o duro lo que debia
y la caridad en el amor nunca lleva a un buen final
algunas veces se que, pese a todo,
las cosas si que terminan olvidandose
y el camino ,simplemente, nos aleja.

Otras veces no se si inevitable
es la palabra exacta que define esta distancia.
Mas bien pienso en la dejadez
en el cansancio, rendicion, estres,
pues el adios solo es definitivo
cuando dejamos que nos maneje el tiempo.