miércoles, 22 de diciembre de 2010

Clarividencia

No es tan solo una horrible pesadilla
sino la gelida certeza del conocimiento
de que el hombre es el unico animal
capaz de domesticarse a sí mismo;
la conciencia de ser yo mismo un hombre.

Verdad que me desarma y me humilla
incapaz como soy del protocolo,
de hacer espontaneo lo patético.
demasiado tímido para seguir el guion
impuesto por los parásitos.

Intento llenar los huecos, los fallos lógicos,
como si la razón fuera la culpable
del desastre.

Clarividencia.

Improvisando preguntas insatisfactorias
a la explicita sentencia sobre esta estupida
caida libre evolutiva

Sin contemplaciones, a pesar de la huida
por parques, rincones y laberintos
me topo en cada rincon con la respuesta:
el gen de la cobardia.

Ya que el hombre es el único animal
capaz de domesticarse a sí mismo
me es imposible escapar; soy su espejo,
incapaz de romper en mil pedazos
el reflejo del rebaño.

Ni puedo retrodecer hacia los arboles
ni articular mis alas hacia las nubes
Ni hallo el rastro para desandar el camino
hacia quien sabe que incerteza

No doy con el código de la autocomplacencia
No tengo la llave de la resignación
Ni soy capaz de echar de entre mis sábanas
a esta duda que sigue protegiéndome
del efecto de sus narcóticos
.
Aun asi, no consigo descubrir
Con que punto de inflexion tropezamos
entre el azar y la necesidad
en nuestra espantada hacia el infierno,

que mutación del adn provocó
que nos pusieramos la soga al cuello
condenando a la asfixia toda esperanza
de llegar a ser nuestros propios dioses