viernes, 11 de marzo de 2011

Mientras siguen abiertas las heridas

Por supuesto que me enloquece
que recorras mi campo de batalla
con la pólvora de tus dedos.
Incluso me encanta sentirme
atrapado por tus labios
y refugiado en tu trinchera.


Sin embargo, te recuerdo
que tu abuelo asesino al mio
y que aunque se que no es tu culpa
me estremece tu ausencia de ganas
de que se haga al fin justicia,
ese perverso placer de la amnesia historica.


A veces es insoportable
la aberrante contradicción
entre el orgasmo de nuestros cuerpos
y la necrófila similitud entre este amor
y el crimen reeditado en cada beso.
Como si me abrazaran dos tallos de ortiga
mientras siguen abiertas las heridas,
o reposaramos tras las caricias en una fosa comun.

No me obligues

No me obligues a ser el atlas que lleva a sus espaldas
el peso de tu mundo,
bastante tengo con el mio.
No me exijas nada a cambio de tu fácil complacencia
que debería ser un regalo
y no una compensación.

No me pidas que te entregue cada una de las llaves
de mis negros laberintos
donde habitan cien minotauros
No me envíes a cruzar las puertas de tu infierno
porque ya no volveré
a rescatarte de ti misma.

No me ciegues cuando se abran tus ojos en mi oscuridad
llena de luces insoportables
que te harán enloquecer.
No me empujes mientras camino sobre la cuerda floja
donde siempre te amé
o te arrastraré en la caída.

No me encierres en tus venas que inyectaron de egoísmo
los guardianes del dolor
por el que somos minusvalidos
No me niegues la entrada en el olimpo donde guardas
el alimento de los dioses
porque por él sobrevivo.

No me prestes tus placeres para que yo los devuelva
en incómodos plazos
que me hagan fingir.
No me ames si no sabes sobrevolar conmigo la utopía
que jamas alcanzaremos
ni en nuestros sueños.

No me ofrezcas promesas para que envuelva mi deseo
en tus pesadillas eróticas
de las que soy cautivo
No me limites con tu trágica incapacidad de soledad
cosificarse tan solo es cobardía
mejor vivir sin límites.