lunes, 15 de diciembre de 2008

No hace falta


No hace falta que me dispares de nuevo en el estómago
porque en realidad ya estoy muerto
encerrado en vuestros cementerios sin luna, sin encrucijadas,
hundiéndome a cada rato en las arenas movedizas
sobre las que construís los nichos que habitamos.

No hace falta que encarceléis a esas ovejas negras
que del redil intentan escapar
tarde o temprano acabaremos desfilando a vuestro paso
como robots programados para ni siquiera respirar
como papagayos que solo repiten lo que otros dicen.

No hace falta que tomen las calles vuestros mercenarios
con los que creéis darnos miedo
El terror corre ya por nuestras venas hace otoños
intoxicados con vuestras mentiras cotidianas
no podremos creer ya mas en el paraíso terrenal.

No hace falta que de nuevo a balazos me acribilles
pues llevamos años en vuestras tumbas
en nuestras familias, en vuestro colegios, sobre estas calles
donde los reyes son la policia y los banqueros
donde todo está putrefacto, y los cimientos siempre amanecen
a punto de derrumbarse.