¿Entonces...?
Como un cometa pasaste fugaz
por mi amiga Madrid
y tu estela aún permanece
esparciendo tus huellas
por sus calles cotidianas
Y ahora ya no puedo imaginarte
más allá de lo que te deseo,
cada noche estas en mi colchón
y dormir es complicado
a quinientos kilómetros de tus ojos.
Indagué alrededor de tu lengua
y como un ácrata
ávido de hallarte
ante la velocidad de los relojes
dejé el enigma sin resolver.
¿Entonces...?
Demasiadas preguntas
que no responde el método clásico
de relaciones públicas.
Me sobran las ganas de tenerte cerca
me falta el reto de tu piel al lado.
Como una sombra te has quedado
en los alrededores de mi boca,
juego perverso en mis pesadillas.
Tu espíritu si que existe
y es tan cálido como tu carne.
El salto al vació hacia tus labios
es una dulce caída
que no se donde me lleva.
que no se cuando se acaba:
necesito reiniciar la acción directa.
¿Entonces...?
domingo, 7 de octubre de 2007
Accion directa
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