Adios

ADIOS

Hay adioses pequeños
tan tristes como un adios grande,
de esos que duran lo que
tu ausencia,
de aquellos que fugaces reviven
a tus espaldas.

Hay adioses gigantes
que acechan cada vez que se destapan
las incoherencias
que esperan tras cada esquina
a apuñalarme

Hay adioses que surgen
cada vez que al fin entiendes
mis palabras
cada vez que me desencuentro
en tus obsesiones.

Hay adioses cíclopes
que sólo ven lo que quieren ver
hay despedidas eternas
y mezclas explosivas
que no llegan jamás a ser
un Adios con mayúscula.

Hay adioses que nunca viviremos
hay huidas que nunca nos alejan
del laberinto,
y me acercan inexorablemente
hacia dentro de tu remolino.

Hay un solo adios que nunca llega
aunque lo busquemos sin tregua,
con inútiles distancias