DESIERTOS…
Corre el dromedario entre las dunas,
dromedario que conlleva el peso sumo
en su rabiosa mitad del subconsciente,
mitad que es podredumbre angelical.
¡ Galopa el dromedario en la evaporación sacra ¡
Es el final del desierto indefinido
Todo sube, vuela, el viento droga al polvo,
lo transforma en soles de proyección cerrada.
¡ El desierto se acumula en la garganta ¡
Danza el escorpión, dispuesto al ataque,
al baile del amor en espacios imposibles;
bebe el agua de sus labios, entonces mata,
actua su elixir, la carga atávica,
que el desierto aguanta en sus espaldas:
el peso sumo, la levedad girada,
la danza del amor envenenada,
la resurrección del agua...
domingo, 7 de octubre de 2007
Desiertos
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