Cúrame, mi dios,
este mal que me acecha;
Sálvame de la
impotencia.
Limpiame, mi amor,
de las heridas causadas
en la lucha contra
lo imposible.
Sácame, por favor,
de éste cuerpo que me apresa,
pues no se vivir limitado.
Síntoma de un mal minoritario
que a los locos afecta
cuando sus mentes golpean feroces
contra las bóvedas de sus cabezas.
¡Impotencia¡
domingo, 7 de octubre de 2007
Impotencia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario