La magia del rio

LA MAGIA DEL RIO

La calma es amarga como desiertos sin nombre,
horadados sin pausa por copos de azucar,
pinceladas de acción en mi arroyo de hielo,
borbotones de ira en un vaso pequeño.
¡Voluntad de querer¡

Voluntad que, inmensa, se mueve y divaga,
al jugar en tu piel y perderse en tu pelo,
las heridas azules que aman al alba,
en camisas sin mangas en noches de invierno.
¡La fuerza de tu Ser¡

La esposa del mar devora mis sueños,
añorando entre algas su corazón perdido.
La magia del rio ¿leerá mis besos?
Un agua tan clara, ¿podrá reflejarme?
¡La huida del tiempo¡

Que alguien pare, suplico, esta maldita danza,
revoluciones de flores oprimidas por el suelo,
ocultan bajo sus voces el dolor de mi pecho,
la voluntad que mana del sentido de la tierra
¡el devenir perpetuo¡