sábado, 3 de noviembre de 2007

Como Celaya

Yo, como Celaya,
no sé contar mis versos
ni dejar pasar la vida
sin empaparme.

Tampoco pongo los acentos
sobre mis palabras libres.

Yo, como Celaya,
soy un obrero de la poesia
y no un burgues desmovilizado
que engorda del arte por el arte.

Ni siquiera puedo sobrevivir
ante el cancer de mi hipoteca.

Yo, como Celaya,
vivo en mi agujero pequeñito
desde el que no entiendo nada
del mundo amortajado.

Mi minúsculo zulo no da a basto
a mis ilusiones imposibles.

Mi poesia es un arma cargada
de presente,
metralla sin destino claro
pues el enemigo es difuso.

Escribo en continua resistencia
ante la homogenea vision del mundo.

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