domingo, 24 de febrero de 2008

Luz

En cuanto abro las ventanas,
y los rayos de sol,
me resucitan
de nuevo siento que la lucha continúa,
que no pasa nada porque ya no este Fidel,
ofreciendo alternativas,
mas o menos buenas
y con algún que otro defecto.

Aunque vivamos en un mundo libre,
lleno de egoísmos,
donde podemos comprar lo que queramos,
solicitando créditos,
ahogándonos con el peso de las hipotecas,
atados a parejas que no amamos,
a cambio de la anodina estabilidad

El aguacero de dudas,
borra todas las mentiras que leemos,
en los medios independientes,
financiados por los mismos bancos,
que nuestros coches,
y nuestros refugios antinucleares,
donde nos resguardamos del dolor del mundo.

En cuanto abro las ventanas,
el zulo donde vivo se llena de luz,
se caen las mascaras de la democracia,
en el teatro de las palabras,
mi seguridad se desvanece,
y percibo que tan solo soy,
materia frágil.

Un hombre como los demás,
como todos los apaleados,
en nombre de nuestra opulencia,
como los sedientos que ven,
robar el agua,
con la que las multinacionales producen
la ilusión de nuestro bienestar.

La lucha continúa,
en cada acto cotidiano,
frente a las noticias turbias de El País,
siempre hay alternativa,
ante la prohibición de las ideas que duelen,
y aunque los asesinos triunfen,
una y otra vez,
siempre habrá alguna luz,
que entre por la ventana.

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