Placeres

Hay placeres que si que tienen que ver con el amor,
por ejemplo, leer poemas en alto sobre la cama
o pasear de la mano diseccionando el mundo,
incluso dormir una siesta entre los álamos.

Hay placeres que dan sentido a nuestras vidas,
como meter y sacar de nuestra mente
las palabras que nos unen,
como levantar la bandera de nuestro ideal
en esta lucha inagotable.

Hay placeres que en el azar nos hacen libres,
y que sí, tienen que ver con el amor.
Los otros son tan solo el desahogo
de nuestro divino cuerpo de animal.
No son ni causa ni efecto,
ni mucho menos, principio del fin:

Son tan solo la expresion de que seguimos caminando.