jueves, 3 de diciembre de 2009

Manchester

Estoy seguro a veces
de que tendriamos que habernos ido a Manchester
saltar los charcos antes de tiempo
adelantarnos a nuestro destino
para intentar zancadillearle.

O quizas hubiera dado igual
y tarde o temprano cruzariamos la encrucijada
en la que alzaramos los puños
como dos camaradas afables
que no necesitan ya los besos.

Duro poco, o duro lo que debia
y la caridad en el amor nunca lleva a un buen final
algunas veces se que, pese a todo,
las cosas si que terminan olvidandose
y el camino ,simplemente, nos aleja.

Otras veces no se si inevitable
es la palabra exacta que define esta distancia.
Mas bien pienso en la dejadez
en el cansancio, rendicion, estres,
pues el adios solo es definitivo
cuando dejamos que nos maneje el tiempo.

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