Cada vez que voy al servicio
en los restaurantes de moda
me pregunto por que no
surge una situacion erotica
que una cliente me mire
fijamente a los ojos
y yo no sepa decir no,
que la camarera me invite
a servirme yo mismo
en el aseo de señoras.
Cada vez que llego a la oficina
imagino que mi vida no es
como la que todos malviven
sino como la que deseamos.
Que la compañera confiesa
que cada noche me espera
inquieta sobre su cama
que el ascensor me recibe
con la vecina de al lado
invitandome a casa.
Cada vez que me despierto
no puedeo evitar soñar
que en la ciudad hay seres vivos
y que no es verdad que estamos muertos.
lunes, 6 de octubre de 2008
De moda
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