Por supuesto que me enloquece
que recorras mi campo de batalla
con la pólvora de tus dedos.
Incluso me encanta sentirme
atrapado por tus labios
y refugiado en tu trinchera.
Sin embargo, te recuerdo
que tu abuelo asesino al mio
y que aunque se que no es tu culpa
me estremece tu ausencia de ganas
de que se haga al fin justicia,
ese perverso placer de la amnesia historica.
A veces es insoportable
la aberrante contradicción
entre el orgasmo de nuestros cuerpos
y la necrófila similitud entre este amor
y el crimen reeditado en cada beso.
Como si me abrazaran dos tallos de ortiga
mientras siguen abiertas las heridas,
o reposaramos tras las caricias en una fosa comun.
viernes, 11 de marzo de 2011
Mientras siguen abiertas las heridas
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1 comentario:
muy bello, te retrata muy bien, a ver si das noticias
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